miércoles, 22 de julio de 2009

Charlas de Charles

Raymundo Estrada Charles
Síndrome del abandono

Nogales.- Por lo menos, y que pueden ser más, durante las últimas administraciones municipales, y la actual no ha escapado, al cierre del trienio se ha presentado el síndrome del abandono, y no solo en lo administrativo, sino también en lo físico, en cuanto al estado de la ciudad.
Hay una serie de factores que inciden en lo que se intenta definir, y habrá de compartir nuestra inteligente lectoría, que no es factor principal el que se aplique muerto el rey vida el rey, por aquello de que terminada la elección y conocido el nuevo Alcalde electo, todo se circunscribe a darle la puntilla al toro para terminar con la faena, hablando del trienio por concluir.
El síndrome del abandono, no solo es aplicable a la actual administración, y a Rafael Pacheco Reyes, en lo particular, se ha dado en otros Alcaldes, incluso en quienes en su momento se ubicó como presidentes municipales reconocidos en lo estatal y nacional. Exitosos, relativamente.
Ayer, durante el recorrido de rutina por las fuentes, al salir de Palacio Municipal me encuentro al fotógrafo César Ortíz.: -Que soledad, no, parece que atacaron los apaches- Me dijo. Y toda razón le asistía. El edificio lucía despoblado.
Aunado a que es período vacacional y a que regularmente cuando el Alcalde no asiste, los demás funcionarios se tiran a perder, en estos meses del final del trienio, cíclicamente se presente este síntoma de desánimo, de un panorama deslucido, de aparente abandono.
Aún y con ese paisaje, debe anotarse que en Tesorería y Secretaría del Ayuntamiento, donde Alfredo Ruiz Salazar y Humberto García Gallegos despachan, son áreas donde por su responsabilidad, siempre se ve algo de movimiento, en estos días apenas se nota algo de gente.
Pero lo que más agrava en esta etapa y hace ver muy mal a las administraciones municipales al cierre de su período, es cuando las temporadas de lluvia azotan inclementes la ciudad, como es el caso de estos días. Una intemperancia natural que hace aflorar deficiencias.
Siempre ha sucedido. Por estas fechas, las partidas presupuestales del Estado y la federación son la principal justificación para la falta de liquidez en casi toda administración municipal, decimos casi, porque a alguno que no viene al caso citar porque pudiera parecer panegírico, tuvo a la fortuna de la ausencia de lluvias y dinero en caja.
No nos dejarán mentir aquellos nogalenses que enfrentan por estos días los efectos de las lluvias y que con desesperación ven que Guillermo Barraza Beylis, el Director de Servicios Públicos, ni Claudia Zulema Gil Anaya, De Desarrollo Urbano, aparecen para limpiar escombro y basura arrastrada por las aguas broncas y que atasca sus vehículos.
Es comprensible, el equipo del Ayuntamiento con todo y sus nuevas adquisiciones no alcanza y los particulares, abandonaron la actitud solidaria que al principio mostraron. Les deben mucho.
Toda esa amalgama de factores, evidencian el aparente abandono y dan al traste con todo el esfuerzo que se hace y que en apariencia no se nota, pero Nogales, es mucho más que eso, nuestra frontera supera problemas como éste y otros más. No claudiquemos en la esperanza.
Que las lluvias sean una bendición, no un desastre.
Un Cabildo, flojo
Este panorama se agrava, porque el cuerpo colegiado de Regidores no marca la diferencia, y como al principio de la administración, muy ufanos se vanagloriaban de ser el Cabildo que más ha trabajado en la historia y les podemos recriminar que no cumplieron con esa expectativa.
Argumentaciones, no han de faltar y tanto los del PRI como los del PAN tendrán elementos para refutar la comenta, pero es cuestión de acudir a la Sala de Regidores, para darse cuenta que sobran más de tres dedos de una sola mano para contar a los que hoy asisten al Ayuntamiento.
De los priistas, pues sencillamente lo apachurrados que los dejó la inesperada derrota de su candidato a Gobernador y la desilusión de no ganar ni la Alcaldía ni las diputaciones locales, se les entiende, pero no se les justicia que abandonen el trabajo por el cual les siguen pagando.
Pero bien haría por ejemplo, Rubén Grijalva, el que en apariencia es Coordinador de los Regidores del PAN, para que convocara a un cierre de filas a sus demás compañeros y por lo menos se hiciera un rol de asistencia para que su oficina no luciera tan sola.
Y sería el momento propicio para preguntar por ejemplo que ha sido del Regidor Claudio Plasencia, el azote de los vendedores ambulantes o bien dónde quedó aquella animosidad que contagiaba de la Regidora Monserrat Varela Barrera, quien por lo menos tiene la decencia de ir de vez en cuando no como otros.
Son los Regidores del PAN como Elsa Morales, Juan Pablo Gutiérrez, Nora Lily Galindo, Enrique Cota Cruz, y el resto de la bancada, los que ahora tienen la obligación de demostrar que pueden y deben ser solidarios con la administración para salir del bache cíclico de fin de trienio.
Hablando de Regidores.
No podemos dejar de pasar que andan muy insistente la versión de que la Regidora Migdelina Rubio López, pudiera firmar en la próxima administración como Tesorera Municipal, una especie que resulta acorde con su perfil de Contadora Pública.
Y si a eso le abonamos que fue invitada por José Ángel Hernández Barajas, para que se encargara de la Coordinación de Finanzas en su campaña, pues sencillamente lleva un buen tramo de aprobación para que se encargue del Departamento del Tesoro Municipal.
Cortesano, corifeo y lambiscón
Si la intención de Otto Claussen Iberri, era sembrar en la opinión pública el calificativo de traidor para Ernesto Gándara Camou, en “la misma línea” el “Borrego” le devuelve la pelotita a su campo y lo llama sin decírselo aparte de cobarde y cortesano, lambiscón y corifeo.
Como a luego dicen, el Alcalde de Hermosillo, puso en su lugar al Diputado local electo y le recrimina que esa valentonada de lengua larga llega en muy mal momento, porque en estos días es cuando el PRI de Sonora, que no es lo mismo que el PRI Sonora, requiere de unidad.
Y ante lo que calificó de “mala leche” de parte del reculado Otto Claussen el Borrego atinó en decir que de lo que más hay que cuidar es de los lambiscones y corifeos que son muy buenos para adular, pero que siempre serán los primeros en dar la espalda ante cualquier adversidad.
Quién sabe si Entesto le sabe algo a Otto, o de plano le hable al tanteo pero a manera de recordatorio le hizo saber que el PRI no tiene dueño ni en Hermosillo, ni en Sonora, ni en el País que el PRI es mucho más que cualquier trienio o sexenio.
Y como diciendo que no está nada confundido le explica que son muchos más las mujeres y los hombres de bien que quieren el bienestar de la comunidad y no andan justificando supuestas traiciones… Y remata -Eso, es de camarillas y complicidades que en vez de ejercer la autocrítica, en vez de decir “en que fallé”, prefieren cobijarse en la cobarde y cortesana actitud del “todos se equivocaron menos yo”-… Bolas Don Cuco… Ni hablar, quería jugarle al peluquero el alemán y salió trasquilado… Vaya que se ponen color de hormiga las cosas entre los priistas allá en la capital del Estado, solo esperemos que no desbarren de tan fea manera que terminen más divididos de lo que están… Nos leemos en otras CHARLAS. charlasdecharles@hotmail.com

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